lunes, 27 de junio de 2011

Esto no es pasión por el fútbol

Sin duda, una de las noticias más impactantes de los últimos días fue la consumación del descenso de un histórico como River Plate a la segunda división argentina. En una eliminatoria contra el Belgrano, los 'millonarios' cayeron por 3-1 en el global. Pero la afición no pudo asimilarlo así como así y los Barras Bravas, los ultras del equipo platense, protagonizaron unos vergonzosos incidentes. Ya en el partido de ida, algunos componentes de este grupo saltaron al campo del Belgrano a increpar a sus propios jugadores. Pero ayer, no solo sucedió eso. Provocaron destrozos en la sala de trofeos, cafetería y demás instalaciones del Monumental, además de continuar con su vandalismo en las calles colindantes al mítico estadio. Los jugadores de River tuvieron que pasar la noche en el estadio, totalmente protegido por la policía para evitar una tragedia, tragedia que se cobró a un hincha del equipo bonaerense. El límite de la pasión por el fútbol ya lo han sobrepasado estos individuos. Los Barras Bravas son uno de los grupos ultras futbolísticos más violentos del mundo, y lo han demostrado. Esto no es fútbol, ni amor por este deporte. Esto únicamente es violencia, y hay que sancionarlo. Tal vez la culpa no la tengan los aficionados formales que sufren por su equipo cada jornada, ni los jugadores del equipo, pero River Plate merece una sanción ejemplar, ya sea jugando equis tiempo a puerta cerrada, quedando fuera de la competición durante una temporada o comenzar la próxima campaña con su casillero de puntos en negativo. Lo que está claro es que este bochornoso espectaculo no puede volver a repetirse, por el bien del fútbol, tanto mundial como argentino.

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