El triunfo de la humildad

Juanjo Cobo se alzó el pasado domingo como ganador de la Vuelta España 2011. El cántabro luchó hasta el último momento con el británico del conjunto Sky Chris Froome. Ambos llegaban a la Vuelta como ciclistas con calidad, pero dispuestos a trabajar para sus líderes, como habían hecho siempre, Menchov y Sastre, en el caso del español y Bradley Wiggins en el caso del británico. Estos ciclistas nos han demostrado a todos que con sacrificio, esfuerzo y ganas podemos conseguir casi todo lo que nos propongamos. Nadie o muy pocos tenía en sus quinielas a uno de estos dos corredores como ganador de la ronda española. Superaron a sus líderes en las etapas clave y aguantaron con los mejores en los momentos más duros, y por eso hoy son los dos nombres más pronunciados en los foros ciclistas. Cobo no ha pasado precisamente por su mejor año de profesional y estuvo a punto de dejar este deporte, pero gracias a Matxin volvió a entrenar sobre el mes de junio y llegó en un estado óptimo de forma a la Vuelta. En cambio, Froome tenía pie y medio fuera de Sky, ya que no tenía oferta de renovación ni tampoco ninguna otra oferta de equipos UCI Pro Tour. En la última semana de la carrera española el británico no solo tenía la oferta para prologar su contrato con Sky, sino que ocho equipos se habían interesado por él. Esta es la prueba de que la vida da una segunda oportunidad a todos y que esto puede ser extrapolable a otros ámbitos de la vida. También servirá de lección para los jefes de filas de otros conjuntos, que ya no podrán 'fiarse' de sus gregarios, ya que su mayor enemigo pueden tenerlo en casa. Solo nos queda dar la enhorabuena a estos dos ciclistas, agradecerles el espectáculo ofrecido en cada etapa y rezar para que la sombra del dopaje no estropee la maravillosa Vuelta a España de Cobo y Froome